Sé que estarán cansados de que repita todo el tiempo que quiero volver a mi infancia, que todo era mejor antes... Pero digan lo que digan, me da igual; es lo que siento y no voy a renunciar a ello. Exactamente todo lo que he dicho sobre la niñez, nuestra niñez, es verdad, y ahora más que nunca me doy cuenta de ello. Sé que las cosas que realmente valen la pena son las más difíciles de conseguir, pero no lo soporto más, no puedo seguir así, seguir sufriendo, seguir volviéndome loca, seguir comiéndome la cabeza, seguir luchando por algo aparentemente imposible o inalcanzable, que probablemente no sea tan imposible, pero me siento incapaz de continuar de esta manera. Estoy harta de sentirme un día bien, al otro por los suelos, el siguiente más feliz que nunca... Volviendo con mis deseos de no crecer, también llamados "complejo de Peter Pan", puedo demostrar una vez más que tenía razón, razón en afirmar que antes la vida era más sencilla. ¿Por qué? Únicamente porque no existía algo llamado "sentimientos", o por lo menos no estaban tan revueltos como ahora, tan revueltos que no me dejan pensar, dormir, estar o al menos parecer alegre, vivir. Estoy segura de que pensarán que soy otra adolescente más, del montón, que se queja por cualquier bobería sin importancia, que soy una más de las que se hacen la víctima, y puede que sea así, pero juro que no es mi intención; solo intento expresar lo que siento, que en estos momentos es un mensaje de pesimismo, cansancio, debilidad, sufrimiento, un mensaje de auxilio, un grito desesperado de ayuda a cualquier persona que me pueda y me quiera ayudar, aunque si nadie lo hace lo entenderé, tampoco soy nada del otro mundo para que se preocupen de lo que me pasa o me deje de pasar.
Me da rabia estar así, me siento impotente por no saber qué hacer para no hacer daño, para no hacerme daño. Una vez más, con esta entrada, demuestro que el nombre del blog es perfecto para mí, pues solo soy una estúpida adolescente que no quiere hacerse mayor por ser incapaz de enfrentarse a sus sentimientos, a su propio reflejo en el espejo.

