el origen de todo. Eso es lo que he estado haciendo estos últimos días. Buscando el vacío que siento en mi interior, la razón por la cual volví al pasado, ese pasado tan oscuro que creía haber olvidado. No entiendo lo que está pasando, por qué de repente muestro mi lado más frío, por qué nada me hace sentir realmente bien, por qué finjo estar perfectamente, por qué soy alguien que no quiero ser.
Todo comienza con una difícil pregunta: ¿Por qué a mí?
¿Por qué me elegiste de entre todas las personas tan maravillosas que te rodean?¿Por qué? Si no soy nada del otro mundo, no soy nadie. Solo soy alguien confundido, asustado, perdido. No sé qué viste en mí, yo no veo nada más allá de mis evidentes defectos; ahora más que nunca me doy cuenta de que son más de los que jamás hubiera imaginado. Empiezo a creer que pertenezco al lado oscuro, al lado de las sombras, ese lado en el que te cuesta ver las cosas buenas, en el que no consigues ser feliz. Odio aceptarlo, pero es así. No consigo estarlo durante más de cuánto: un día, quizás dos? No sé si soy bipolar, pesimista de nacimiento o qué, pero he llegado tan abajo del profundo pozo que no veo la luz, tal vez haya tocado fondo, y si es así, estoy a punto de rendirme. Ya no tengo fuerzas ni para gritar de desesperación, para pedir ayuda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario