lunes, 9 de julio de 2012

Porque no todos los superhéroes son famosos, ni necesitan serlo.

¿Alguna vez os habéis parado a pensar cómo es la vida en un hospital? Apuesto a que no. Apuesto a que la mayoría de vosotros, por no decir todos, no pensáis en esas personas enfermas cuando estáis en vuestro momento de gloria, o simplemente felices, únicamente os dais cuenta de ello cuando pasáis por lo mismo que ellos. Y no es justo, no es justo porque son personas maravillosas que se merecen cada ínfimo instante de felicidad que a nosotros nos sobra o no sabemos apreciar. ¿Y sabéis qué? Los admiro. Admiro su fuerza de voluntad, su valentía, sus ganas de vivir y pasarlo bien, si es posible, a cada momento. Porque ellos no se complican como nosotros, ya tienen bastante con lo suyo para andarse con boberías, ellos disfrutan de cualquier cosa al máximo, aprovechan el presente como es debido y reparten alegría, algo muy valioso y escaso en estos tiempos. Son... (¿cómo diría yo?)..... ahh sí.... son SUPERHÉROES. Y como superhéroes que son, tienen una misión: ayudarnos a desprendernos de esa "inútil" venda hecha de prejuicios, apariencias, engaños... para que podamos contemplar el regalo más maravilloso que nos hayan podido hacer nunca; el regalo de VIVIR.
Y no es todo, estos superhéroes actúan de incógnito, cómo no, cumplen sus pequeñas misiones a diario sin ser detectados a simple vista, sólo podemos descubrir su verdadera identidad cuando realmente llegan a nuestro corazón.

Yo, desde mi más sincero agradecimiento, les felicito por su espléndido trabajo, y les envío toda mi fuerza y esperanza para que puedan seguir siendo SUPERHÉROES por siempre jamás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario